Feng Shui, consejos aplicables.

Sandra Calderon
26 may 2015
4 Min. de lectura

Hoy voy a hablaros de cómo aplicar el feng shui en nuestra vivienda de manera lo más realista posible y adaptada a nuestra forma de vida occidental.

No voy a extenderme mucho sobre la historia y el origen de dicha disciplina. Se trata del arte o pseudociencia que trata la ocupación consciente del espacio, literalmente significa Viento y agua. El Feng Shui se basa en la existencia de un aliento vital o Chi, cuyo flujo se ve modificado por la forma y disposición del espacio, las orientaciones (puntos cardinales) y los cambios temporales. Dicha energía o Chi es la que nos afecta directamente en nuestro hogar según como este esté distribuido, estancándose o fluyendo.

Para toda la vivienda los principios son la limpieza, el orden, equilibrio y simetría. Limpiar a menudo y mover los muebles una vez al año (no cambiarlos de sitio) implica que aquellas malas energías producidas en el pasado fluyan, así mismo ventilar todos los días y dejar pasar la luz natural, creamos o no en el Feng shui tanto la limpieza como el orden está claro que favorecen nuestro bienestar en casa.

En muchas ocasiones he sentido como la disposición de parte del mobiliario o los colores que me rodeaban han influido de una manera u otra en mí. Un sofá de espaldas a la puerta de entrada, o uno lleno de objetos por el que no te puedes mover o un desorden excesivo, nos hace sentir incómodos. Muchos de los siguientes consejos actúan sobre dichas sensaciones de modo que en su mayoría son lógicos y prácticos.

El Feng Shui pone mucho énfasis en la entrada, ya que se trata de la zona por donde entra la energía a nuestra vivienda. La puerta debe de ser preferiblemente de un material noble como la madera y prescindir de cristales, ha de ser proporcional al tamaño de la casa y estar bien iluminada desde fuera. Si tenemos una pared frente a la puerta, aconsejan no colocar espejos ya que la energía volvería a salir (el espejo en la entrada es bastante habitual y cómodo de modo que podemos ponerlo en una pared perpendicular a la puerta) en general el recibidor debe de estar cuidado y debe de invitar a entrar.

El Salón-Comedor, si se trata de una única estancia mejor dividida por lo menos visualmente por alfombras o muebles. El comedor no debe de estar demasiado cerca de la puerta de entrada, usar un único mantel (no individuales) y colocar un espejo que refleje a los presentes aportara unidad y bienestar a la familia. La mesa mejor cuadrada, redondeada u ovalada y no utilizar las esquinas para comer. Las sillas han de estar respaldadas preferiblemente por paredes y no ventanas. Para la zona de estar, el sofá nunca de espaldas a la puerta de entrada, ni en medio del espacio, a poder ser contra una pared principal. Los colores aconsejados para esta zona son pasteles alegres y luminosos como: crema, beige, ocre o blanco.

En la cocina es importante que no estén demasiado cerca el fuego y el agua, son energías opuestas. Esto no es difícil ya que de ese modo no es cómodo para su uso normal. Por lo demás ya que es una zona de mucha energía Chi generada por los fuegos recomiendan que estén limpios y en buen funcionamiento siempre. Los colores han de ser relajados y tonos tierra que compensen dicho espacio cargado de energía. Los objetos que estén a la vista solo si son de uso frecuente y deshacernos de todo aquello que no utilizamos.

El baño es una zona de cuidado y limpieza por ello debe de ser una zona agradable, debemos procurar no utilizarlo para otros usos (colgar la ropa etc.). Al igual que en el resto de habitáculos no llenarlo de botes u objetos inservibles. El inodoro a poder ser ha de estar detrás de la puerta, o en una zona que no se vea desde la entrada, el desagüe simboliza por donde se va parte del Chi de modo que la tapa debe de estar siempre bajada.

El dormitorio es la habitación más importante de la casa. Es nuestra zona de descanso y ha de presidirlo la cama. Ésta, a poder ser, deberá de ser un único colchón. Los materiales utilizados como sabanas y edredones, deberán de ser, en la medida de lo posible, de fibras naturales. La orientación de la cama es importante, ha de estar lo más alejada posible de la puerta de entrada y a poder ser no en frente. La cama ha de tener un cabecero que nos aporte seguridad en madera o textil, no metal. La pared donde descanse dicho cabecero es recomendable que no tenga ventanas. Si queremos tener espejo, mejor dentro de un armario y nunca frente a la cama, además es mejor que no cuelgue nada sobre la misma como lámparas o ventiladores. Si el techo es muy alto o existen vigas sería bueno colocar un dosel. Las mesitas y lámparas deben guardan una simetría que proporcione equilibrio a la estancia. Es importante que todos los objetos que se encuentren en la habitación estén relacionados con el descanso, así no debe de haber ordenadores ni aparatos eléctricos, nada relacionado con el trabajo o ejercicio físico. Los colores cálidos son los aconsejados para esta estancia, podemos usar los ya mencionados beige, cremas, tierras etc.

Como ya he comentado antes y podéis ver en su mayoría son consejos prácticos que favorecen el uso cómodo de la casa, casi siempre siguiéndolos las estancias son mas estéticas y cómodas. He procurado reunir los más realistas y aplicables para un uso común de la vivienda. Independientemente de si creemos o no en estas energías, considero que los colores y la buena disposición del mobiliario influyen directamente en sensaciones que percibo en diferentes lugares.